La alegría de gozar en la vida es una capacidad que se aprende y desarrolla. Se trata de una competencia de nuestra inteligencia emocional que es de nuestra absoluta incumbencia. En este proceso, a través del enfoque de tu atención sostenida, tu consciencia se entrenará a familiarizarse con el goce y la satisfacción que, además de producir endorfinas muy saludables para el organismo, "contagia" a los que nos rodean de manera muy estimulante.
La más importante respondabilidad del ser humano es construirse una mente feliz.
Recuerda que el cerebro está concebido para hacer crecer aquello en lo que pone atención.
Aquello que simplemente "miras", sucede que incrementa tanto el victimismo y la impotencia como la alegria y el sentido de la vida.
Recuerda que la queja debilita al que la emite. Con este ejercicio vas a recordar a tu subconsciente que por dificil que parezca tu vida tú también gozas, y mucho.
Preguntate ¿En qué he progresado hoy?
Una vida que tiene propósitos y aspiraciones, es una vida que mantiene el crecimiento sostenido. Y se sabe que tan solo caemos y envejecemos cuando dejamos de crecer. Un creciemiento que a partir de determinadas etapas se centra de manera prioritaria en el interior, en la conquista de la sabiduría.
En este sentido se puede nuevamente hablar de que "creamos lo que creemos", y es por ello que tras haber definido y "afirmado" el tipo de persona y el tipo de vida a la que quieres nacer, van a "suceder" acontecimientos internos y externos que te van a llevar precisamente a lo que quieres. Estos acontecimientos, muchas veces con pinta de casuales serán producidos con tus acciones, a veces pequeñas y más o menos consciente, y que inevitablemente significan progreso.
Mientras que éxito significa conseguir nuestros objetivos, felicidad no es estrictamente la consecución del logro, sino darse cuenta de que este ha sido conseguido. Pero el hecho de lograr el llamado éxito no significa necesariamente disfrutar del mismo ya que muchas veces sucede que ni tan siquiera nos enteramos que hemos conseguido aquello que nos hemos venido proponiendo.
Merece la pena que repases los logros diarios por pequeños que éstos sean. Todos los días, y a poco que hayas mentenido atención a los objetivos que te has propuesto vas a tener algo en que afirmar tu progreso, por sutil que éste haya sido.
Lo importante es la tendencia.
Recuerda que los fallos en el sentido "culpa" no existen. Los fallos son experiencias generadoras de aprendizaje. Recuerda que el niño lo que primero aprende es a caminar, y ello lo hace cayendo y tan solo cayendo. Sabemos que "falla" alrededor de 1.800 veces. Y este programa didáctico de progreso sostenido esta profundamente inscrito en nuestro inconsciente.
El llamado "fracaso" contiene las semillas del éxito.
Con este ejercicio vas a recordar a tu subconsciente que vas a más, que eres capaz de progresar y que tu vida se encuentra en la rampa de un gran despegue.
Del curso "Educación de las Emociones. (J.M. Doria)
transcrito por Paco Costa. (psicología transpersonal)
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