La paciencia cosecha la paz y la precipitación, el pesar.
Proverbio Árabe.
Aprende a ser paciente y comprensivo con los demás.
Si estás enojado, ¡serénate! Recupera la calma y el equilibrio interior. Mírate a ti mismo a punto de estallar y no permitas que el primate visceral y primario que vive agazapado en ti tome las riendas de tu vida por un instante y te juegue una mala pasada. Recuerda que los demás no son responsables de tu cansancio, de tu estrés, de tu mal carácter, de tu primariedad y de tus neuras. Todavía tienes el control de ti mismo y estás a tiempo de no meterte en más problemas y de no causárselos a los demás. De ti depende una elección madura e inteligente o seguir cometiendo más errores y destrozar tu vida.
Otimismo Vital.
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